Mayo y junio hacen un mes,
que el mejor del año es.
El agua por San Marcelino (2 de
junio),
buena para el pan, mejor para el
vino.
Hasta el cuarenta de
mayo,
no te quites el sayo,
y si vuelve a llover,
te lo vuelves a poner.
Hasta el cuarenta de
mayo,
no te quites el sayo,
y si junio es un ruin,
hasta el fin.
Hasta el cuarenta de
mayo,
no te quites el sayo,
y en llegando a San
Miguel,
te lo vuelves a poner
(29 de septiembre).
Malo si por San Bernabé
(11 de junio),
no ha dejado de llover.
El día de San Bernabé,
dijo el sol: aquí
estaré.
De San Pablo en
adelante (29 de junio),
no hay niebla que no
levante.
Entre San Pedro y San
Juan,
las hierbas olores dan
(29 y 24 de junio).
San Pedro lluvioso,
treinta días
peligrosos.
Por San Juan
(24 de junio),
suelta el gabán.
Agua por San Juan,
quita aceite, vino y
pan.
Sanjuanada venida,
primavera ida.
Ni verano hasta San
Juan,
ni invierno hasta
Navidad.
Ni calor hasta San
Juan,
ni frío hasta navidad.
(Lluvias) (Aguas) en
junio,
infortunio.
En verano,
el capote con su amo.
Cuando viene la golondrina,
el verano está encima.
Verano fresco, invierno lluvioso,
estío peligroso.
San Juan trae el
infierno,
y San Andrés el
invierno (30 de noviembre).
En San Juan un baño,
salud para todo el año.
Quien en San juan,
Sanjuanea,
En marzo, Marcea.
Por San Juan,
los días comienzan a acortar.
En el mes de San Juan,
al sol se cuece el pan.
Con el tiempo seguro en día de verano,
el sol conduce al
viento de la mano.
Cielo de junio,
limpio como ninguno.
Junio brillante,
año abundante.
Por junio el mucho
calor,
nunca asusta al buen
labrador.
En junio, si pica el
sol,
ni mujer, ni caracol.
Junio, julio y agosto,
ni mujeres, ni coles,
ni mosto.
Venga junio fresco,
Carmen claro,
y Santiago abrasado (16
y 25 de julio).