domingo, 20 de marzo de 2011

Refranes de la comida

5 comentarios:

  1. Refranes de la comida:

    Aya donde nacieres,
    tendrás quien te mantuviere.

    Quien no llora,
    no mama.

    No por mucho madrugar,
    te van a dar más de almorzar.

    Lo principal y primero,
    es salvar el comedero.

    A la mesa y a la misa,
    sólo una vez se avisa.

    A la mesa y a la cama,
    sólo una vez se llama.

    A la mesa y a la cama,
    a su hora honrada.

    A la mesa, de los primeros,
    y al trabajo, de los postreros.

    A la una, que bien que mal,
    en cada casa comido han.

    No hay mejor reloj ni campana,
    que comer cuando hay gana.

    Quien llega tarde,
    ni oye misa, ni come carne.

    Quien tarde viniere,
    que coma de lo que trajere.

    A comer, sé tú el primero,
    a pelear, ni el postrero.

    El comer y el rascar,
    solo es empezar.

    Cuando te sientes a comer,
    los codos en la mesa, no has de poner.

    Quien comiendo canta, si no está loco,
    le falta poco.

    Quien come y canta,
    algún sentido le falta.

    Quien come y canta,
    pronto se atraganta.

    Comer y callar,
    es acertar.

    Comer se ha de hacer en silencio,
    como los frailes en sus conventos.

    En la mesa y en el juego,
    se conoce al caballero.

    O comed y no gimáis,
    o gemid y no comáis.

    A la mesa me senté,
    y aunque no comí, escoté.

    Gusto sin par,
    comer sin escotar.

    Gran saber,
    no escotar y comer.

    Al comer, comamos,
    y al pagar, suspiramos.

    El comer, no admite espera,
    el pagar, la que se quiera.

    No hay mayor pesar,
    que no tener qué yantar.

    Donde tenga yo mi yantar,
    allí me oirán cantar.

    Donde no hay que comer,
    ¿que alegrías pude haber?.

    Gran pena debe ser,
    tener hambre y ver comer.

    El hambre,
    agudiza el ingenio.

    Hambre fiera,
    no da espera.

    Hambre furiosa,
    no respeta ninguna cosa.

    Hambre y esperar,
    hacen rabiar.

    El hambre y la guerra,
    para verlos a cien leguas.

    El hambre,
    es mala consejera.

    A buen hambre,
    no hace falta condimento.

    No hay mejor condimento,
    que el hambre.

    No hay mejor salsilla,
    que la hambrecilla.

    Hambre y sed,
    la mejor salsa para comer.

    Buena gana de comer,
    rica salsa es.

    Mala es el hambre, peor es la sed,
    si una mata, la otra también.

    Matad el hambre,
    y no deis lugar que la hartura os mate.

    De hambre a nadie vi morir,
    de mucho comer, cien mil.

    Hambre que espera hartura,
    no es hambre ninguna.

    Juntóse el hambre,
    con las ganas de comer.

    No es lo mismo hambriento,
    que hambrón.

    Más discurre un hambriento,
    que cien letrados.

    Gente de hambre muerta,
    no asome por mi puerta.

    Papar viento,
    menguado alimento.

    El hambriento,
    por sorber algo, sorbe el viento.

    Entre espiga y espiga,
    el hambre, que Dios maldiga.

    Entre espiga y espiguilla,
    hambre amarguilla.

    No hay nada más largo,
    que un día sin pan.

    A buen hambre,
    no hay mal pan.

    A buen hambre,
    no hay pan duro,
    ni falta salsa a ninguno.

    A buen hambre,
    no hay pan duro,
    ni se moja en vino puro.

    Cucharón grande.
    para quitar el hambre.

    Ni con toda hambre al arca,
    ni con toda sed al cántaro.

    Quien se acuesta con hambre,
    sueña con viandas.

    Fantasía y más fantasía,
    y la barriga vacía.

    Con la barriga vacía,
    ninguno muestra alegría.

    En estómago del pobre,
    lo que sobre.

    Estómago con hambre,
    no quiere razones, sino panes.

    Quien tiene el estómago lleno,
    dice: ayunemos.

    Panza llena,
    no se preocupa de la ajena.

    En panza llena,
    no hay pena,
    y en panza vacía,
    no hay alegrías.

    Con tripas vacías,
    no hay alegrías.

    Tripa vacía,
    (ni ilusión, ni alegría / corazón sin alegría).

    Chanzas y danzas,
    no llenan panza,
    tajada buena,
    sí la llena.

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  2. Barriga caliente,
    pie durmiente.

    Lo que va a la barriga,
    si no mata, engorda.

    Barriga llena,
    corazón contento.

    La barriga llena,
    da poca pena.

    Barriga llena,
    no cree en hambre ajena.

    Al vientre,
    todo lo que le entre.

    Llena el vientre,
    más no tanto que revientes.

    Vientre lleno,
    aunque sea de heno.

    Tripa llena,
    ni bien huye, ni bien pelea.

    Que buenos semos,
    mientras comemos.

    Comamos y triunfemos,
    que esto ganaremos.

    Comamos y amemos,
    y no nos engañemos.

    Mucho comer,
    trae poco correr.

    Comida demasiada,
    trae hambre doblada.

    Dello con dello,
    y buena gana para comello.

    Gula y vanidad,
    crecen con la edad.

    Comer para vivir,
    y no vivir para comer.

    Comer para vivir,
    y beber para comer.

    Para vivir,
    beber, comer, y dormir.

    Comer poco y beber menos,
    a la lujuria ponen freno.

    Tres veces al día se debe comer,
    y tres veces cada vez se debe beber.

    No hay mayor tiranía,
    que la que nos obliga a comer tres veces al día.

    Quien come a boca llena,
    pocas veces se envenena.

    Cuando masques,
    no chasques.

    Mal mascado,
    bien remojado.

    Comer con fuerza y mascar con ganas,
    que lo que no se hiciere hoy, ahí estará mañana.

    Guarda que comer,
    y no que hacer.

    Al que bien come y mejor bebe,
    la muerte no se le atreve.

    El que bien come y bien digiere,
    sólo de viejo se muere.

    Lo que a ti te sabe a bueno,
    es para mi, veneno.

    Buen alimento,
    mejor pensamiento.

    El buen alimento,
    cría entendimiento.

    Eres,
    lo que comes.

    Lo que se come,
    se cría.

    De lo que se come, se cría,
    y criadillas comía.

    A ninguno le da pena,
    comer cosa buena.

    De lo barato, comer hasta atiborrarse,
    de lo caro, comer pero sin hartarse.

    De lo barato,
    colma tu plato.

    Gastar poco y comer bien,
    no puede ser.

    En el bien comer,
    el precio no has de ver.

    Gástalo en la cocina,
    y no en medicina.

    Males que se curan comiendo,
    bien los entiendo.

    Pompa vana,
    y no comer mañana.

    Más vale bien comido,
    que bien vestido.

    Váyase lo comido,
    por lo servido.

    Con promesas,
    no se cubre la mesa.

    Mucho mantel,
    y poco en él.

    A mantel puesto,
    tendrás amigos ciento,
    no de tu trato,
    sino de tu plato.

    La comida del hidalgo,
    poca vianda y mantel largo.

    En la mesa del hidalgo,
    pan corto y manteles largos.

    En la mesa del noble,
    parece bien la torta del pobre.

    La mesa pobre,
    es madre de la salud rica.

    La buena cocina,
    a la pobreza tiene por vecina.

    Comida de aldeanos,
    sin manteles, pero mucho y sano.

    Si al campo vas,
    lo que lleves comerás.

    Quien come poco y bien,
    vive mucho y mejor.

    Come poco y cena más poco,
    que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.

    Más vale, quedar hoy con ganas,
    que enfermo mañana.

    Comer hasta enfermar,
    y ayunar hasta sanar.

    Comer sin apetito,
    hace daño y es delito.

    Dejar de comer, por haber comido,
    no hay nada perdido.

    El comer mal,
    primo es del ayunar.

    Mal comer,
    ayunar viene a ser.

    El poco comer y el poco parlar,
    no hizo nunca mal.

    Quien quisiere vivir sano,
    coma poco y cene temprano.

    Come poco y cena temprano,
    si quieres llegar a anciano.

    No le quiere mal,
    quien le quita al viejo de cenar.

    Come niño y crecerás,
    bebe viejo y vivirás.

    Come a gusto y placentero,
    y que ayune tu heredero.

    Sin comer,
    no hay placer.

    El placer,
    engorda más que el comer.

    No hay placer,
    sin comer, ni beber.

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  3. Comida que escasea,
    bien se saborea.

    Si falta la comida,
    torcida va la vida.

    La comida, paseada,
    y la cena, reposada.

    La comida, reposada,
    y la cena, paseada.

    Comida fría y bebida caliente,
    no hacen buen vientre.

    Caliente la comida,
    y fría la bebida.

    Comida ajena,
    aunque sea mala, es buena.

    Comida hecha,
    (compañía / amistad) deshecha.

    Viéneme el mal que me suele venir,
    que después de harto me suelo dormir.

    Buen comedor,
    buen dormidor.

    El hombre, bien comido y bien bebido,
    quiere reposo y no ruido.

    El buen comer y el buen dormir,
    juntos no suelen ir.

    Después de comer, dormir,
    después de cenar, mil pasos ir.

    Como el apóstol trece,
    come y desaparece.

    Donde comen dos, tres comerán,
    y si más, a menos tocarán.

    Donde comen tres, comen cuatro,
    añadiendo más en el plato.

    Quien come sólo,
    muere sólo.

    El comer y el casar,
    a gusto,
    el vestir y el calzar,
    al uso.

    Cuando vayas convidado,
    no comas más de lo acostumbrado.

    Cuando tengas un convidado,
    añade algo a lo acostumbrado.

    Trae contigo,
    y comerás conmigo.

    Quien a mano ajena espera,
    mal yanta y peor cena.

    Es gran pena,
    comer de mano ajena.

    Quien come de la mano de otro,
    come mucho y engorda poco.

    Quien come y no da,
    en el cielo lo verá.

    Quien come y no da,
    empachado morirá.

    Quien come y no da,
    (atrancado / atragantado) morirá.

    Hay quien se hace el ignorante,
    para chupar manteca.

    Ayer me negó un bocado,
    pero hoy me pide prestado.

    Buenos bocados,
    cuestan buenos ducados.

    El buen bocado,
    siempre es caro.

    Bocado tragado,
    enseguida olvidado.

    Chico bocado,
    chico pecado.

    Bocado engullido,
    su sabor perdido.

    A quien tienes que dar la cena,
    no le quites la merienda.

    Acuéstate sin cenar,
    y amanecerás sin deudas.

    Quien pide para candela,
    no se acuesta sin cena.

    Quien come y aparta,
    para otro día no le falta.

    Quien come y guarda en la alacena,
    tiene cena.

    Con una despensa llena,
    se guisa pronto una cena.

    En casa llena,
    presto se hace la cena.

    Con viandas ajenas,
    no cuesta dar cenas.

    De lo ajeno,
    el pancho lleno,
    y si hay ocasión,
    también el zurrón.

    Gusta lo ajeno,
    más por ajeno,
    que por bueno.

    Días de mucho,
    vísperas de ayuno.

    Día de ayuno,
    largo como ninguno.

    Unas veces comiendo,
    y otras ayunando,
    vamos pasando.

    Bien predica el ayunar,
    quien acaba de almorzar.

    Quien de cuando en cuando ayuna,
    su salud asegura.

    El mandamiento del pobre,
    primero reventar a que sobre.

    Más mueren de ahítos,
    que de aflictos.

    Más mueren de hartos,
    que de faltos.

    Muchos vi morir de hartos,
    y ninguno de flato.

    De grandes cenas,
    sepulturas llenas.

    Más de cenas que de penas,
    están las sepulturas llenas.

    De cenas y penas,
    están las sepulturas llenas.

    Cenas, soles y magdalenas,
    tienen las sepulturas llenas.

    De copiosas cenas,
    están muchas sepulturas llenas,
    pero de no cenar,
    muchas más.

    No busques de qué murió,
    quien carne asada cenó.

    Si tienes ganas de morir,
    cena cordero asado y échate a dormir.

    Si quieres enfermar,
    cena mucho y vete a acostar.

    La buena cena,
    temprano suena.

    Por mucha cena,
    nunca noche buena.

    Desayunar como rey,
    almorzar como príncipe,
    y cenar como mendigo.

    Almuerza bien, come más,
    cena poco y vivirás.

    Almorzar, pan y cebolla,
    al comer, cebolla y pan,
    y a la noche, si no hay olla,
    más vale pan con cebolla.

    Más alimenta la mala pitanza,
    que una buena esperanza.

    Ni hombre sin vicio,
    ni comida sin desperdicio.

    El envidioso, es tal ser,
    que no se le indigesta lo que come, sino lo que ve comer.

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  4. El envidiado se da el atracón,
    y el envidioso sufre la indigestión.

    Necio es pasar afán,
    quien de sobra tiene vino y pan.

    Ruin que se convida,
    deja a todos sin comida.

    Para el que se convida,
    no hay mala comida.

    Dedo encogido,
    no rebaña el plato.

    Por probar,
    nada se pierde.

    Por el olfato,
    se adivina el plato.

    La buena comida,
    se anuncia a la nariz desde la cocina.

    La comida,
    entra por el ojo.

    El ojo es más grande,
    que la barriga.

    La buena comida,
    entra antes por los sentidos, que por la barriga.

    Zurría la panza,
    pide pitanza.

    Fiesta sin comida,
    no es fiesta cumplida.

    No llenarás bien la panza,
    sino haces una matanza.

    Tres días hay en el año que se llenan bien la panza,
    el santo, el cumpleaños y el día de la matanza.

    Chicha y chicharrones,
    en la matanza a montones.

    Todo es bueno en el cochino,
    desde el hocico hasta el rabillo.

    Carne de cochino,
    pide vino.

    Cerdo de Escalona,
    vale dos onzas.

    En Azuaga, lechones,
    en Berlanga, melones,
    y en ambos, buenos jamones.

    En Ciudad Real, el tasajo,
    en Cuenca, el zarajo.

    El chorizo no es dañino,
    si se cuece con fino vino.

    De Cantimpalos,
    no hay chorizos malos.

    El que come chorizos,
    se pone rollizo.

    Ocho bocas y una morcilla,
    caben a rodajilla.

    No hay mayor mancilla,
    que muchas manos a una morcilla.

    Comiendo pan y morcilla,
    nadie tiene pesadilla.

    La morcilla reciente,
    cómela con tu pariente.

    A la carne vino y si es jamón,
    con más razón.

    Por carne, vino y pan,
    deja cuantos manjares han.

    El cochinillo,
    del cuchillo al asador.

    Cocho y asado,
    no es mal guisado.

    Cuando no hay lomo,
    tocino como.

    Cuando no hay carne de lomo,
    de toda como.

    Cuando no hay jamón ni lomo,
    de todo como.

    Jamón empezado,
    pronto mediado,
    jamón mediado,
    pronto acabado.

    Yo me atraco de jamón,
    y el envidioso sufre la indigestión.

    En este mundo mundete,
    quien tiene jamón no tiene dientes,
    y en este mundo mundón,
    quien tiene dientes, no tiene jamón.

    Jamón de Aracena,
    es cosa buena.

    Jamón y porrón,
    hacen buena reunión.

    Dijo el jamón al vino,
    aquí te espero, buen amigo.

    Jamón y vino añejo,
    estiran el pellejo.

    Al viajero,
    jamón, vino y pan casero.

    Quien no tenga pan para mayo, ni hierva para abril,
    no le habría su madre de parir.

    Si tienes pan para mayo,
    y leña para abril, échate a dormir.

    Guarda pan para mayo,
    y leña para todo el año.

    Guarda pan para mayo,
    y pasarás un año.

    En la boca de un gañán,
    en dos paletas se pierde un pan,
    y si le dan un jarro de vino,
    se va por el mismo camino.

    A pan de quince días,
    hambre de tres semanas.

    Pan para hoy,
    y hambre para mañana.

    Pan bendito,
    en sus días y poquito.

    Pan de trigo,
    aceite de olivo,
    y de parra el vino.

    Pan caliente,
    cuélase fácilmente.

    El pan caliente,
    mucho en la mano y poco en el vientre.

    Pan caliente cada día,
    al cabo hastía.

    Pan caliente y uvas,
    a las mozas ponen mudas,
    y a las viejas quitan las arrugas.

    Cuando comieres pan caliente,
    no bebas de la fuente.

    De los olores el pan,
    de los sabores la sal.

    Ni mesa sin pan,
    ni ejército sin capitán.

    Ni mesa sin pan,
    ni mocita sin galán.

    Sin pan,
    no hay paz.

    No hay pan,
    sin afán.

    Pan duro,
    pero seguro.

    Bueno es pan duro,
    cuando es seguro.

    A pan duro,
    diente agudo.

    Más vale mendrugo,
    que tarugo.

    El hombre al mendrugo,
    y el buey al yugo.

    Bien sé,
    que pan me ha de mantener.

    Pan y navaja,
    poco alimento es para el que trabaja.

    Donde no hay pan,
    (se va, hasta el can / hasta los perros se van).

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  5. Sigue en el libro: Diez mil refranes, diez mil verdades.

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